Ricky Rubio quiere estar estar listo cuando comience la NBA. Sabe que tendrá muchas miradas puestas en él. Algo a lo que está acostumbrado casi desde niño. A base de talento y, sobre todo, de trabajo ha ido convirtiendo esas miradas durante toda su carrera. Y ahora, cuando el balón vuelva a botar en el parquet de las canchas de la NBA, quiere hacerlo de nuevo.
Para ello trabaja a destajo a diario en Los Ángeles. Su único objetivo es mejorar y estar preparado para aportar a los Timberwolves cuando puedan entrenar y jugar juntos. En la ciudad californiana ha coincidido con dos pesos pesados de la Liga como Paul Pierce y Kevin Garnett. Con ellos ha entrenado y de ellos ha escuchado los mejores consejos antes de comenzar su particular aventura. Sobre todo de Garnett, que ha ejercido de anfitrión ante su llegada a Minneapolis, una ciudad que él conoce bien tras sus 12 temporadas con los Wolves.
"Kevin Garnett me ha contado grandes cosas de Minneapolis y de su gente. Me ha contado que la afición apoya mucho al equipo, que les encanta el deporte y nosotros tenemos que estar preparados para darles lo que esperan de nosotros, que es ganar", afirmaba Ricky en una entrevista telefónica concedida al 'Star Tribune' de Minnesota.
El joven base de El Masnou, además de agradecer las palabras de Garnett, también quiso explicar a los aficionados de los Wolves cómo se encuentra y dejarles claro que estará preparado cuando la temporada comience. "Lo único que puedo hacer es entrenar con estos compañeros que ya han jugado en la NBA y estar preparado para cuando empiece la temporada", comentaba el nuevo jugador de los Wolves. "Lo mejor que puedo hacer es fijarme en su juego. Al final es sólo baloncesto, pero es diferente que en Europa, por lo que tengo que fijarme y aprender".
Ricky ha demostrado su capacidad de aprendizaje desde que debutará con el Joventut con sólo 14 años. Han pasado siete años en los que no se ha vivido en otro lado que no fuera Barcelona. Ahora, a miles de kilómetros de distancia, tendrá que adaptarse no sólo a un nuevo país, sino a una nueva vida y a un nuevo clima. "Minnesota va a ser un gran cambio en mi vida, aunque no es la primera vez que veo la nieve. Eso sí, nunca la he visto durante más de una semana", bromeaba Ricky al ser preguntado por el duro invierno que se vive en Minnesota.
Ni el frío es capaz de minar la moral del base español. Ricky tiene claro lo que quiere. Siempre lo ha sabido. Es su sueño y ahora tiene la oportunidad de alcanzarlo. "Estoy preparado. Listo para comenzar la temporada y para hacer mis sueños realidad" sentenciaba Rubio para finalizar una entrevista en la que deja claras sus ganas de triunfar en un mundo tan difícil como es la NBA.
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