Una clave de la 'ecuación Madrid-Rudy-Dallas' que no hay que olvidar es que Rudy en Dallas cobraría más de un millón menos que en el Real Madrid (los Mavs le pagarían 1,2 millones de euros, descontándole ya los partidos que no jugó por el 'lockout, por los 2,5 del Madrid.
Pero los auténticos factores determinantes son lo que realmente quieran hacer los Mavericks con el escolta español y el dinero que estén dispuestos a gastarse para renovar al bloque campeón. Rudy Fernández tiene firmado un contrato hasta final de 2012 con Dallas, que en el verano tendría incluso la opción de una 'qualifying offer' de 2,3 millones de euros para garantizarse el derecho de tanteo por el mallorquín.
Mark Cuban, millonario propietario de los Mavericks, tiene por delante un mes de locos para tratar de renovar el bloque que logró ganar la NBA el pasado verano.
osé Juan Barea, Caron Butler, Brian Cardinal, Tyson Chandler, DeShawn Stevenson y Predrag Stojakovic son agentes libres sin restricciones, por lo que podrían acogerse a la mejor oferta para abandonar la franquicia tejana. De la forma en que consiga resolver Cuban este entramado contractual y del dinero que esté dispuesto a gastarse en multas por superar el límite salarial dependerá, en buena medida, el futuro de Rudy en Dallas.
Todas las quinielas apuntan a que el revalorizado base José Juan Barea, uno de los 'niños bonitos' de la afición y de Mark Cuban, renovará su contrato. La pasada campaña se embolsó 1,3 millones de euros.
ason Terry, el 'capo' del vestuario de los Mavericks, ya ha llegado a pedir públicamente la renovación del escolta DeShawn Stevenson. Su último contrato fue de 3 millones de euros anuales.
El que tiene muy pocas opciones de continuar sería Predrag Stojakovic, que el pasado curso tras llevarse casi 15 millones de Toronto firmó por el mínimo con Dallas. La salida del tirador serbio podría abrir las puertas de los Mavericks a Rudy, que quedaría una vez más estigmatizado en el papel de especialista en el tiro.
Estos tres jugadores tendrían una incidencia directa en los puestos que podría ocupar Rudy Fernández, pero la operación que determinará la economía y decisiones de Mark Cuban será la renovación, imprescindible para Dallas, del pívot Tyson Chandler. Su último contrato fue de 9,3 millones de euros, y sus números del pasado curso (10,1 puntos y 9,4 rebotes) le han asentado como uno de los pivots más intimidadores de la NBA.
Con este panorama contractual Cuban tiene una amplia baraja con la que jugar, y en la que Rudy Fernández es un comodín de lujo a un precio módico. De los que decida el propietario de los Mavericks, famoso por su personalista dirección de la franquicia, dependerá en buena medida el futuro del escolta español.
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